Hace muchos años, la tierra sólo estaba formada por agua y tierra. Los únicos seres que existían en ella eran los animales que se refugiaban en cuevas y árboles.
El Dios de la Tierra era el elefante más viejo que existía. Él mandaba sobre todos los seres.
Un día todos los animales de distintas especies estaban aburridos y pensaron en crear un nuevo ser. Se lo contaron al Dios elefante, al que le pareció buena idea. Entonces decidieron ponerse mano a la obra. Todos los animales que estaban de acuerdo pusieron las mejores de sus habilidades: el oso, su amor; el pez, la tranquilidad, el gato, su fidelidad.... Éstos fueron los animales que más se afanaron en crear un ser cariñoso.
El Dios elefante pensó que el ser se llamaría "mujer".
Todos estaban emocionados y nerviosos hasta que la mujer finalmente apareció. Le enseñaron entre todos a hablar y aprender las costumbres que ellos tenían.
Cuando la mujer llevaba un tiempo sobre la tierra, empezó a sentirse sola por ser el único ser de esa especie. Pensó en contárselo al Dios elefante, que le dio por solución la creación del "hombre". Las cualidades que quedaban eran las más malas. El lobo aportó su impaciencia, el guepardo su velocidad y el tiburón, su instinto "asesino"... El hombre fue creado y le enseñaron también a hablar y sus costumbres.
La mujer se sentía más adaptada y con el tiempo ellos comenzaron a crear más humanos. Tantos se crearon que se extinguieron algunas especies de animales. Cada humano respetaba y agradecía a todos los seres que les habían aportado habilidades.Sin embargo, ellos aprendieron otras nuevas y empezaron a construir viviendas y a estropear los bosques donde vivían los animales. Pero los animales ellos nunca se arrepintieron de su asombroso invento.
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