sábado, 23 de abril de 2016

Arancha Ruiz, 3º C. El color de los ojos. Mitos V

Todo fue hace miles de años en un extraño bosque, donde vivía una tribu. Todos sus miembros tenían algo especial y único: sus pupilas no tenían color. Pero para ellos era algo completamente normal y no les importaba tener los ojos así. Ellos vivían en armonía y paz y nunca tenían problemas, excepto por el clima y el horrible tiempo que hacía casi siempre. Un día  uno de ellos tuvo el presentimiento de que se acercaba una horrible tormenta, por eso toda la tribu se preparaba para enfrentarse a ella. Un grupo hizo un gran agujero bajo tierra, otros se metieron bajo el agua y otros construyeron una especie de fortaleza en pleno bosque, donde estaban todos los matorrales y los árboles: lo llamaban el paraíso verde.

Pero no todos creyeron a ese vidente que anticipó  la tormenta, por eso unos decidieron no hacer nada. Estaban bastante tranquilos. Pero el vidente tuvo razón. La tormenta se aproximó y toda la tribu se tuvo que proteger durante muchos días. Después que pasó la catástrofe todo el poblado estaba destrozado, pero lo bueno es que todos habían sobrevivido. Salieron de sus escondites y fueron al centro del bosque, donde solían reunirse. Algo en ellos había cambiado: sus pupilas tenían color. Los hombres se quedaron muy extrañados y pensaron que había sido por la tormenta. Los que se habían escondido bajo tierra tenían los ojos marrones; los que se habían resguardado  bajo el agua los tenían azules y los que se habían subido a los árboles los tenían verdes. Los que no se habían cobijado de la tormenta habían perdido su mirada y se habían quedado ciegos.

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