miércoles, 22 de febrero de 2017

Textos expositivos de instrucciones o cómo hacer una ensalada. Maro Calvo, 2º ESO A

En esta ocasión, partiendo de los textos expositivos trabajados en clase, Mario Calvo nos muestra los pasos que hemos de seguir para hacer una sabrosa y sana ensalada.

domingo, 19 de febrero de 2017

La historia interminable. Rafael Ruiz, 1º ESO B

Os dejamos un nuevo trabajo de los alumnos de 1º de ESO, que se están convirtiendo en unos asiduos de nuestro blog. Eso significa que les gusta leer y estamos encantados de que sea así.

jueves, 16 de febrero de 2017

Diez negritos. Pablo Riba y Óscar Monje, 1º ESO B

En esta ocasión, nuestros alumnos nos sorprenden con un vídeo sobre uno de los libros más conocidos de Agatha Christie, Diez negritos


Entrevista a Alba López Paredes, autora de la trilogía Nándidor

Hoy hemos grabado un programa de radio en el que hemos entrevistado a la autora de la trilogía Nándidor, Alba López Paredes. En ella nos ha hablado de la trama de los libros y de la estrecha relación que guarda una distopía como esta con nuestra realidad. En un mundo en el que no cuidamos de nuestro medio ambiente estaremos abocados a la autodestrucción, a menos que tomemos conciencia de ello. 
Nuestros locutores de radio y participantes en el proyecto de radio incluido en nuestro Erasmus+ European Active Citizenship han sido quienes han conducido el programa. También hemos contado con la participación de los alumnos de 2º ESO A y con dos periodistas de El País de los Estudiantes que han tomado buena nota de todo para su periódico. 
Los alumnos han realizado un magnífico trabajo y la autora se ha mostrado encantada con la entrevista. Muchas gracias a todos.
Aquí os dejamos el podcast.

miércoles, 8 de febrero de 2017

VIAJE POR EL ESPACIO-TIEMPO CORDOBÉS. Miguel Lara Abellanas 1º Bach. Humanidades


    
     Era el año 2016, y Juan, un estudiante del IES TRASSIERRA, salía de su casa en una fría mañana de invierno para ir al instituto.  Por el camino se encontró con sus amigos en el parque de siempre y juntos  se dirigieron al instituto.   Cuando llegaron al centro, la calefacción ya estaba puesta y las clases estaban calentitas.
        Juan había dormido mal esa noche y tenía sueño.  El calor del aula y la pesada explicación de la profesora sobre gramática, casos y declinaciones hizo que sus ojos empezaran a cerrarse lentamente. De repente entró en el aula un individuo vestido con una bata blanca, el hombre aseguraba que había inventado una máquina del tiempo y que buscaba a algún alumno dispuesto a probarla.   La mano de Juan se alzó como un resorte, se levantó y acompañó al tipo de la bata blanca a una habitación que, a pesar de los cinco años que llevaba asistiendo a este instituto, no había visto nunca.
          La habitación estaba llena de luces verdes y botones de todas las formas y tamaños imaginables.  El hombre de la bata le dijo que era un científico y que llevaba años intentando viajar en el tiempo.  Tomó a Juan de la mano y lo situó en medio de la habitación, donde brillaba una luz blanca tan potente que obligó a Juan a cerrar los ojos.  El científico tocó unos cuantos botones y Juan se vio inmerso en un profundo túnel de colores, sintió de inmediato una fuerte presión en el pecho que aumentaba constantemente, parecía que no acababa nunca pero por fin paró y Juan respiró aliviado.

          Cuando abrió los ojos, Juan se vio vestido con una toga, sentado en la cavea de un teatro romano, viendo una comedia latina.   Juan se encontraba rodeado de otros hombres vestidos como él, con la toga; todos miraban atentamente la escena y reían ante las ocurrencias y gestos disparatados de los actores.   Los actores llevaban máscaras que parecían muy pesadas, pero ellos se movían con sorprendente facilidad.  Hablaban en latín y lo más increíble de todo, Juan entendía todo lo que decían…¡ Sabía latín, y sin estudiar!

         Sonó el timbre para el cambio de clase, Juan se despertó sobresaltado. Miró a su alrededor y vio que seguía en el aula de latín.  ¡Se había quedado dormido durante toda la hora!  Para evitar la consecuente bronca de la profesora, recogió rápidamente sus cosas y salió corriendo hacia la clase de inglés,  deseando no volver a dormirse, porque a lo mejor podía acabar tomando el té con la Reina de Inglaterra…  

EXCURSIÓN INOLVIDABLE. Ainhoa Cuartero Muñoz 4 ESO B


        
     Os voy a contar un suceso ocurrido el día 14 de diciembre de 2016 en el Museo Arqueológico de Córdoba.  Mis compañeros del IES TRASSIERRA y yo partimos de excursión hacia la plaza de Jerónimo Páez.  Caminábamos muy deprisa ya que nos detuvimos para el ver el mercadillo de Navidad de la Plaza de las Tendillas.
         Una vez que llegamos al museo, la encargada del mismo nos hizo dejar las mochilas, paraguas, móviles… en una taquilla y empezamos inmediatamente a ver las esculturas de la segunda planta, escuchando las explicaciones de la profesora.
          Después bajamos todos a la zona situada en el sótano del museo, donde se encuentran los restos del antiguo teatro romano de Córdoba.  Nada más llegar a esta zona, noté una extraña sensación, como si alguien me observara; no quise estar más tiempo allí y subí a la recepción, de camino aproveché para ir al baño.
          Cuando quise salir de los servicios, no pude; la puerta estaba cerrada, no podía abrirla.  Estaba muy asustada y no podía contactar con nadie…Tras un buen rato encerrada, alguien me abrió la puerta y pude escuchar unos pasos que se alejaban rápidamente.  Me apresuré a la puerta de entrada del museo, pero no vi a nadie en la recepción, ¡el museo estaba cerrado! 
         Me sentí aun más asustada  cuando empecé a oír voces en la parte de arriba del museo, en la planta donde estaban las esculturas.  A pesar de que temblaba de miedo, la curiosidad me hizo subir a la segunda planta.  No podía creer lo que estaba viendo allí arriba, todas las figuras me miraban fijamente.  Yo no daba crédito a lo que veía y de repent la diosa Afrodita comenzó a moverse y a gesticular, pidiéndome que me acercara a ella.  Tuve el suficiente valor para aproximarme a ella y la diosa me susurró que llevaba años sin poder comunicarse con nadie, que era un auténtico placer tenerme allí, pero que debía guardar para mí este gran secreto.
          Me quedé junto a Afrodita toda la noche, la sensación de pánico que sentía al principio, fue desapareciendo a medida que comenzábamos a hablar.  Esa noche aprendí multitud de cosas sobre la antigua Grecia.  Fue una experiencia apasionante.

           Cuando comenzó a amanecer, las estatuas volvieron a sus puestos.  El museo ya estaba a punto de abrir.  Yo podía volver a casa y  Afrodita descansaría después de una noche agotadora, sabiendo que su secreto permanecería bien guardado.